martes, 13 de julio de 2010

ELEMENTOS DE LA DISTRIBUCIÓN POLÍTICO TERRITORIAL DEL PODER, EL INGRESO PETROLERO Y LAS POLÍTICAS DEL ACTUAL GOBIERNO EN VENEZUELA (SEGUNDA PARTE)


Andrés Rojas

Como conviene al tratamiento de un tema de médula geográfica, la II presentación de Andrés Rojas cubrió una multiplicidad de elementos para sintetizarlos en relación con el modelo de “Descentralización Desconcentrada” de uso territorial adelantado por el Gobierno que no es posible resumir adecuadamente en toda su variedad.
La propuesta oficial, que no alcanza el nivel de especificación y detalle que impondrían la vastedad y el alcance de sus implicaciones, se estructura sobre el postulado (en el sentido de verdad evidente por si misma) de que la densidad demográfica del País está indebidamente concentrada en ciudades y deja vacía la mayor parte del territorio. Señala además, de nuevo sin el soporte argumentos o pruebas, que la concentración poblacional de las ciudades es un resultado vicioso del capitalismo, que está en la raíz de los actuales problemas citadinos y debe ser corregida promoviendo la redistribución de la población por la vía de desestimular el crecimiento urbano.
El documento oficial al parecer no precisa el modelo que propone como alternativa al de la ciudad contemporánea ni los esquemas de articulación de población dispersa y/o núcleos rurales que caracteriza­rían al modelo desconcentradamente descentralizado.
Desde el anlisis de las tendencias de crecimiento poblacional en el período intercensal 1999 - 2009 y su comparación con datos internacionales mostró que: 1) La densidad de población de las ciudades venezolanas no es desusada ni se ubica en el rango superior de concentración urbana mundial. 2) El análisis de la evolución de los Índices de Densidad Humana revela crecimiento poblacional en: la Región Central (Aragua, Carabobo, Distrito Capital, Miranda y Vargas) y los estados Anzoátegui, Barinas, Bolívar y Nueva Esparta, que correlacionan con sus mejores índices de calidad de vida. 3) El actual patrón de distribución de la población nacional y sus cambios recientes son consistentes con la hipótesis de que obedecen fundamentalmente a la comprensible búsqueda de mejores condiciones de vida 4) Los datos históricos muestran que el patrón de concentración urbana del País antecede a la aparición del modelo capitalista. 5) Los problemas de las ciudades venezolanas contemporáneas pueden explicarse mejor por deficiencias en su gestión que por exceso de densidad poblacional o vicios inherentes al modelo capitalista.
En consecuencia, el auténtico y legítimo camino hacia la descentralización es mejorar y dar adecuado soporte financiero a la gerencia de las ciudades y regiones, fortaleciéndolas para identificar y potenciar sus ventajas diferenciales y hacer su mejor aporte al concierto de necesidades de la Nación. Por el contrario, abolir inconstitucionalmente la regionalización para instaurar un modelo atomizado de gestión pública, como proyecta la “Descentralización Desconcentrada,” sacrifica la autodeterminación regional en aras de alterar la geografía electoral para profundizar y perpetuar un centralismo autoritario que irremisiblemente se enmarañará en los ingentes problemas de coordinación que ni siquiera ha considerado.
Queda pues en evidencia que la “Descentralización Desconcentrada” parte de un principio errado, no está sustentada en un análisis solvente de la situación nacional, es en realidad una propuesta de centralismo autocrático y su nivel de elaboración está claramente por debajo del necesario para su implementación.